Cuando hablas con una amiga te das cuenta de que no eres la única a la que le pasan determinadas cosas, y eso puede ayudarte mucho y a la vez te sirve de consuelo y desahogo.
Tu amiga te puede decir la verdad, no importa si la quieres escuchar o no. Si es buena amiga es también consejera, confidente y prudente.
Hay cosas que sólo entiende una mujer, una amiga, una hermana, una prima. Una mujer que sabe meterse en tus zapatos y te transmite bienestar.
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